Lucila de María del Perpetuo Socorro, más conocida bajo el seudónimo de Gabriela Mistral en el mundo de la literatura, quizás por su admiración a Gabrielle D’Annunzio y Frèderic Mistral. Nació un 7 de abril de 1889 en la ciudad de Vicuña y falleció a la edad de 67 años en Nueva Cork, el 10 de enero de 1957.

Una vida silenciosa, que comienza con la ausencia de un padre, teniendo a su madre como bastón quien le enseño el mundo a través de las palabras, es en ese momento que desarrolla un don pedagógico que le permite comunicarse con sus alumnos con facilidad.

Desde 1914 comienza a utilizar su seudónimo con las que se destacó en los Juegos Florales de Santiago, en el cual obtuvo el premio máximo con sus Sonetos de la Muerte

La muerte y el amor se convierten en unos de sus temas principales que plasmó en la mayoría de sus obras tales como: Desolación, Tala, Ternura, Lagar, Lecturas para mujeres, Nubes blancas y breve descripción de Chile, Antología, Recados contando a Chile y una edición póstuma de Poema de Chile en el año 1967.


El 10 de diciembre de 1945 recibió el Premio Nobel de Literatura de manos del Rey Gustavo V de Suecia. Con este galardón se convierte en el primer literato latinoamericano en ser premiado con el Nóbel. En la ceremonia de premiación fue llamada la "reina de la literatura latinoamericana".
Y más tarde recibió el Premio Nacional de Literatura .

Los Turcos hicieron su negocio

Un partido friccionado, en el cual se recurriò en demasìa a la pierna fuerte, el partido se disputaba en la mitad del campo de juego, con pocas llegadas a los pòrticos que defendìan Volkan Demirel por los otomanos y Claudio Bravo por la roja.

Una vez màs Marcelo Bielsa nos sorprendiò con su esquema, ya que èsta vez utilizò a Carlos Carmona por el flanco derecho de la extrema defensa, posiciòn que no maneja muy bien, se viò a un Carmona timorato y perdido en los tiempos y cruces que casi le cuesta a Chile haberse ido en desventaja por dos goles, cuando Tuncay Sanli, lo dejò en el suelo y quizo definir de lujo con un "sombrero" a la porteria de Bravo.

La selecciòn chilena llegaba, pero carecìa de lo màs importante, el finiquito, estaban poco finos los atacantes, Vidal errò en inmejorable posiciòn y Suazo estrellaba su remate en el poste al finalizar la primera etapa.

Todo Chile esperaba el reestreno de "maguinho" Valdivia, y Bielsa lo mandò a la cancha en el segundo tiempo por un deslucido Matìas Fernandez, que aùn no puede echarse el equipo al hombro. Valdivia ingreso con ganas, ya que al minuto se sacò a dos defensas y colocò un pase fenomenal para el descuelgue de Mark Gonzalez que centrò pero Suazo no andaba en su tarde, ya que minutos màs tarde tuvo otra ocasiòn, en la cual elude al portero y en la lìnea la despejò el defensa Gokhan Zan. Tres minutos màs tarde tiro libre en favor de Chile, le pega Estrada con pierna zurda y que paso?....otra vez el travesaño salvaba a los turcos.

Pero como dicen por ahì, los goles que no se hacen en un lado, se hacen en el otro, asì fue que llegò la ùnica cifra del partido a travès de Halil Altintop. La defensa se quedò "paveando" en uno de los pocos errores que tuvo la retaguardia chilena en el segundo lapso, pero asì es el fùtbol, los otomanos como buenos turcos hicieron su negocio.

Un resultado mentiroso por lo mostrado por la roja en el campo de juego, como dijo Bielsa, en vez de dejar dudas para los pròximos partidos clasificatorios, este compromiso nos deja una luz de esperanza para enfrentar a Brasil y Colombia.


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